Πανσθενὲς υἱὲ Θεοῦ: Jesús en el primer libro de la Antología Palatina Elbia Haydée Difabio UNCu Ἀθανάτου πατρὸς υἱὲ συνάρχρονε, κοίρανε πάντων, αἰθερίων μεδέων, εἰναλίων, χθονίων, Hijo co-eterno de padre inmortal, señor de todo, que gobiernas en los cielos, mares, tierras Marino (1.23.1 y 2) La Antología Palatina, así llamada porque se encontró en la biblioteca del palacio de los condes de Heidelberg 1, comienza con epigramas cristianos, 123 para ser exactos. Un grupo de ellos alude a figuras del Antiguo Testamento como Adán, Gedeón, Moisés y la hija del Faraón, Raquel, Abraham, Jacob e Isaac, Rebeca, David, Elías, Melquisedec, Agar, un sunamita; otro, a referentes del Nuevo Testamento como el arcángel Gabriel, los evangelistas, los apóstoles Pedro y Pablo, el ciego Bartimeo, Lázaro, la mujer samaritana, las bodas de Caná, la muerte de la Virgen María, las reliquias del mártir Acacio, los también mártires Ciro, Juan y Juliana, los santos Basilio, Policarpo, Dioniso y Nicolás, un mago persa convertido de nombre Isbozetes; los emperadores Justiniano, Miguel más Eudocia, Placidia y Justino, esposo de Sofía. Este libro conserva también un centón, pieza literaria compuesta de sentencias y obras ajenas, de 28 versos, a la usanza homérica (nº 119), y un texto en los que se solicita castigo para los enemigos de la fe, el 118, titulado εὐκτικά, dedicatoria, plegaria. Y una tercera parte está dedicada a Jesús. Básicamente son copias de inscripciones anteriores al 1000 que todavía pueden leerse en iglesias bizantinas, con frecuentes alusiones a los efectos de brillo y de color causados por mosaicos y mármoles. En otros casos, tratan sobre pinturas y esculturas que desaparecieron durante los disturbios de la Edad Media. 1 The manuscript [Codex Palatinus 23] was in Heidelberg in the early 17th century but was taken to the Vatican Library in Rome, under the directorship of Leo Allatius, as a consequence of the Thirty Years War and there was bound in two volumes. Both were taken to Paris in 1797 by arrangement between Napoleon and Pope Pius VI, but only the larger part was eventually returned to Heidelberg, whereas the smaller part (Codex Parisianus gr. Suppl. 384) remains in Paris (Grafton, 2010: 411). Los epigramas cristianos no están incluidos en la colección planudea.
2 de 16 Es sugestiva su breve invitación previa, en enfrentada y explícita posición religiosa mediante la proposición concesiva, cuya eventualidad supone que la condición se cumple o suele cumplirse: τὰ τῶν Χριστιανῶν προτετάχθω εὐσεβῆ τε καὶ θεῖα ἐπιγράμματα κἂν οἱ Ἕλληνες ἀπαρέσκωνται, antecedan los piadosos y santos epigramas de los cristianos aun cuando los gentiles estén descontentos. El término Ἕλληνες fue empleado desde el IV d. C. en la acepción de pagano, por ejemplo por el emperador Juliano. La mayoría de los poemas es anónima. Se conoce solo la autoría de Agatías el Escolástico en tres epigramas, en dos de Claudiano y en dos también de Sofronio el patriarca de Jerusalén, y en uno de Marino, Gregorio de Nacianzo, Ignacio el maestro de los gramáticos, Menandro el Protector y Miguel Χαρτοφύλαξ (o χαρτουλάριος, keeper of archives). En pro de una mejor sistematización, el trabajo se organiza de manera bipartita: en un primer momento, los textos de los poetas ya mencionados y luego otro grupo, más numeroso, anónimo. En ambos casos se ha trazado el siguiente camino: selección personal de un total de quince epigramas en los que se prioriza el origen y la infancia de Jesús pero se expande a temas afines a la doctrina y a los hechos del Mesías, traducción personal de cada original griego y conciso análisis integral de sus componentes lingüístico-literarios en el que se integran los elementos centrales, textuales (estético-éticos) y contextuales a los que hemos podido acceder (geográficos, históricos, religiosos). La exploración filológica ha permitido penetrar, tanto como nos ha sido posible, en esta poesía quintaesenciada y en el espíritu en que fue concebida. 1. Epigramatistas confirmados He aquí algunos datos de los poetas escogidos, como marco histórico sucinto y en orden cronológico. Poeta nacido en Alejandría, Egipto, de la corte de Honorio, Claudio Claudiano vive entre el IV y principios del V; escribe en latín y en griego. Agustín lo considera pagano (De Civ. Dei 5.26). Hombre de letras e historiador bizantino, Agatías el Escolástico (ca. 536 en Mirina, Asia Menor -582 o 594, Constantinopla) es una de las fuentes principales para estudiar el reinado de Justiniano I. En cuanto a Menandro Protector (ca. 600), su obra se conserva muy fragmentada y abarca el período
3 de 16 comprendido entre 558 y 582. Gran viajero y conocido como el defensor de la fe, el de la lengua de miel, el monje Sofronio (Damasco, 550-638) fue nombrado patriarca de Jerusalén en 634. Por su parte, a Gregorio Nacianceno (ca. 330-390), Doctor de la Iglesia, pertenece todo el octavo de la AP, quien dedica 12 poemas a su padre y 52 a su madre; en este primer libro solamente ha quedado registrado un epigrama suyo, el nº 92. En cuanto a Miguel el Archivista, pertenece al círculo del poeta y antologista Constantino Céfalas. Acerca de Ignacio, The epigrams by Ignatios Magistor on the decoration of the church of the Virgin of the Source (the Pege) can be found in the Greek Anthology (AP I, 109 114). The church was adorned with mosaics by Emperor Basil I between 870 and 879, when his sons Constantine and Leo were officially co-emperors: see the dedicatory epigram, no. 109. Epigrams 110 114 describe the Ascension, the Anastasis, the Transfiguration, the Presentation in the Temple and the Chairete. (Lauxtermann, 2003: 182) En la misma página, en nota 81 se aclara: MAKRIS 1997: 12 13, argues that epigrams AP I, 115 118 were also inscribed in the church of the Source. But whereas 109-114 are written in dodecasyllable, 115 and 116. 3 4 [epigram 116. 1 2 is spurious] are written in hexameter and probably date from the fifth or sixth century. Moreover, whereas the lemmata of 109 115 explicitly state that these epigrams were inscribed in the church of the Source, the lemmata attached to the following epigrams do not mention their place of provenance. He aquí la breve antología formada para esta ocasión: 19. ΚΛΑΥ ΙΑΝΟΥ. Claudiano Εἰς τὸν σωτῆρα. Al salvador. Ω πυρὸς ἀενάοιο σοφὴν ὠδῖνα φυλάσσων, ἐμβεβαὼς κόσμοιο παλινδίνητον ἀνάγκην, Χριστέ, θεορρήτοιο βίου φυσίζοε πηγή, πατρὸς ἀσημάντοιο θεοῦ πρωτόσπορε φωνή, ὃς μετὰ μητρῴων τοκετῶν ἐγκύμονα φόρτον 5 καὶ γόνον αὐτοτέλεστον ἀνυμφεύτων ὑμεναίων στήσας Ασσυρίης γενεῆς ἑτερόφρονα λύσσαν, ὄργια δ εἰδώλων κενεῶν ψευδώνυμα λύσας,
4 de 16 αἰθέρος ἀμφιβέβηκας ἐφ`ἑπτάξωνον χῆα, ἀγγελικαῖς πτερύγεσσιν ἐν ἀρρήτοισι θαάσσων 10 ἵλαθι, παγγενέταο θεοῦ πρεσβήϊον ὄμμα, φρουρὲ βίου, σῶτερ μερόπων, αἰῶνος ἀνάσσων. Oh [Tú] que cuidas el sabio nacimiento del fuego eterno, entronizado en la necesidad giratoria del Universo, Cristo, fruto fértil de vida por decreto divino, primera voz de Dios, padre inefable, quien, luego de la carga fecunda del maternal parto 5 y del nacimiento autodotado del matrimonio sin novio, que detuvo el demente furor de la raza asiria y disolvió los ritos falsamente nombrados de ídolos vacíos, que has ascendido el cinturón de siete círculos sentado sobre angélicas alas indecibles, 10 sé propicio, venerada luz de Dios, creador de todo, guardián de la vida, salvador de los hombres, señor de la eternidad. El texto está construido en hexámetros y mediante figuras de estilo polifónicas; entre ellas, es intencional la ubicación como segundas palabras del verso, en curiosa sucesión del 1 al 4, de los genitivos sin contraer ἀενάοιο, κόσμοιο, θεορρήτοιο, ἀσημάντοιο, como apoyo rítmico interno, más las rimas en vv. 3 y 4; 1, 10 y 12; el juego etimológico λύσσαν / λύσας, últimas palabras de 7 y 8 y una cuidadosa y pródiga adjetivación. El primer verbo enfatiza el gobierno y la protección de Cristo, en especial por medio del participio φυλάσσων, en presente durativo, vigilando, tomando precauciones, siendo cauto. El segundo verso alude al singular nacimiento de Jesús. En v. 7 los asirios son los judíos y en el 9º los siete círculos, los planetas. En 11 ὄμμα, traducido por luz, significa estrictamente ojo. Los vocativos acumulativos y venerables van formando un tejido armónico, animado y representativo sobre Jesús, antes, durante y después de su venida.
5 de 16 20. ΚΛΑΥ ΙΑΝΟΥ. Claudiano Εἰς τὸν δεσπότην Χριστόν. A nuestro Señor Cristo. Αρτιφανές, πολοοῦχε, παλαιγενές, υἱὲ νεογνέ, αἰὲν ἐὼν προεών τε, ὑπέρτατε, ὕστατε, Χριστέ, ἀθανάτοιο πατρός τε ὁμόχρονε, πάμπαν ὁμοῖε. [Tú], recientemente revelado, señor del cielo, nacido antaño, hijo recién nacido, siempre existente y preexistente, el más elevado, el último, Cristo, contemporáneo de padre inmortal, en todo semejante [a Él]. Aunque está mutilado según los especialistas, se aprecia la belleza de las invocaciones que se suceden en enumeración acumulativa en los tres hexámetros. Es un himno de alabanza con acertados vocativos, separados por pausas que facilitan una inflexión serena, solemne, jubilosa. Formado de πᾶν reduplicado -absolutamente, del todo, completamente-, el adverbio πάμπαν sella de manera concluyente la seguridad de lo afirmado. Αἰέν, alternativa métrica que alterna desde Homero con αἰεί y ἀεί, admite dos acepciones: siempre y sin interrupción, ambas complementarias en este texto. La presencia sempiterna de Jesús está pregonada cuatro veces: en la antítesis παλαιγενές υἱὲ νεογνέ (v. 1), en el adverbio que encabeza el segundo verso, en los participios presentes -acción en su desarrollo- ἐὼν προεών y en el adjetivo ὁμόχρονε (v. 3). Con claras intenciones enfáticas hay además paronomasia -esto es, presencia de palabras con una misma raíz-, juego sonoro entre los participios seguidos ἐὼν προεών (v. 2) y entre el primer componente de ὁμό-χρονε y el último vocablo del poemita (v. 3). 122. ΜΙΧΑΗΛ ΧΑΡΤΟΦΥΛΑΞ. Miguel el Archivista Εἰς τὴν Θεοτόκον βαστάζουσαν τὸν Χριστόν. Sobre la Madre de Dios que lleva a Cristo Αὕτη τεκοῦσα παρθένος πάλιν μένει
6 de 16 καὶ μὴ θροηθῇς ἔστι γὰρ τὸ παιδίον θεός, θελήσας προσλαβέσθαι σαρκίον. Esta, habiendo engendrado, permanece de nuevo virgen: y no te turbes, pues el niñito es Dios, quien quiso tomar para sí un pedacito de carne. María lleva la Palabra en su seno y el poema continúa la línea de Juan La Palabra se hizo carne. Tres aoristos, los participios VA de τίκτω y θελήσας más el infinitivo VM de προσλαμβάνω, dan cuenta de sucesos puntuales, acabados; a diferencia de los presentes βαστάζουσαν, μένει más ἔστι en posición favorecida inicial. Enternecen los diminutivos finales rimados: παιδίον y σαρκίον. El adverbio πάλιν tiene significación espacio-temporal; relacionado con el latín retro, hacia atrás, a la par, una vez más. Es movilizador el imperativo negativo μὴ θροηθῇς, realzado por la pausa posterior. 2. Epigramatistas anónimos Sobre el mismo asunto que el anterior es 115: Εἰς τὴν θεοτόκον. Παρθένος υἱέα τίκτε μεθ υἱέα παρθένος ἦεν. Una virgen dio a luz a un hijo: después del hijo virgen seguía siendo. 37 y 40. Εἰς τὴν Χριστοῦ γέννησιν. Sobre el nacimiento de Cristo Σάλπιγγες, στεροπαί, γαῖα τρέμει ἀλλ ἐπὶ μήτρην παρθενικὴν κατέβης ἄψοφον ἴχνος ἔχων. Trompetas!, relámpagos! La tierra se estremece: pero sobre el vientre virginal descendiste con un rastro que no hace ruido. Encabalgado, un elocuente ἄψοφον (v. 2): sin estridencias, recogido, contrasta con la agitación de la tierra. Además, la aliteración de sonidos aspirados en la segunda línea es indicio de que el poeta busca el apoyo sonoro para imitar la suave fluidez de la concepción.
7 de 16 Los epigramas 38 y 40 nombran el pesebre. Parece que el segundo es continuación y aclaración del primero, ambos construidos mediante dísticos elegíacos con un primer hexámetro reiterado. 38. Οὐρανὸς ἡ φάτνη, καὶ οὐρανοῦ ἔπλετο μείζων οὐρανὸς ἐργασίῃ τοῦδε πέλει βρέφεος. El pesebre es el Cielo y mayor que el Cielo: el Cielo es la obra del recién nacido. βρέφεος alude a cría, feto; los escolios homéricos dan como sinónimo ἔμβρυον (cfr. epigrama 44). Al comienzo anafórico se añade el políptoto Οὐρανὸς οὐρανοῦ, sustantivo entendido como bóveda celeste, pareja masculina de la tierra (femeninas γῆ, χθών, αἶα). Apréciese el jónico ἐργασίῃ y, por causas métricas, la forma no contracta βρέφεος. 40. Οὐρανὸς ἡ φάτνη, καὶ οὐρανοῦ ἔπλετο μείζων, οὕνεκεν ὅνπερ ἔδεκτο ἄναξ πέλεν οὐρανιώνων. El pesebre es el Cielo y mayor que el Cielo, porque había recibido precisamente a quien es el señor de los Cielos. Lc 2,7 hace referencia al pesebre con el mismo término φάτνη y en 2,8 a los pastores. οὕνεκεν es palabra poética, causal la mayoría de las veces. ἄναξ es término homérico, con vestigios micénicos. (En 19.12, por ejemplo, aparece el participio ἀνάσσων como remate.) Comienza y cierra el poema un políptoto; se acude además a la metáfora pesebre-cielo; a la aliteración de sonido o especialmente valorado a causa de su eufonía por los griegos- y, en el segundo verso, de aspirados más el uso en revelador y amplificado plural de οὐρανιώνω, sustantivo tres veces refrendado. 39. Εἰς τοὺς ποιμένας καὶ τοὺς ἀγγέλους. Acerca de los pastores y los ángeles. Εἷς χορός, ἓν μέλος ἀνθρώποισι καὶ ἀγγελιώταις,
8 de 16 οὕνεκεν ἄνθρωπος καὶ θεὸς ἓν γέγονε. Una la danza, uno el canto para hombres y ángeles, puesto que hombre y Dios uno devino. Primero se acercan las almas sencillas, luego los sabios de Oriente. La música es mediadora y transmisora de la fe y de la veneración. Tres veces (número significativo de repetición) se insiste en la Unidad, a propósito de la segunda de las Personas santísimas. Es relevante la ubicación de ἀνθρώποισι / ἄνθρωπος (insistencia además en forma de políptoto) antes que sus respectivos pares ἀγγελιώταις / θεὸς. 41. Εἰς τὸ αὐτό. Sobre el mismo. Οὐκέτι δῶρ ἀνάγουσι μάγοι πυρὶ ἠελίῳ τε ἠέλιον γὰρ ἔτευξε τόδε βρέφος, ὡς πυρὸς αὐγάς. Ya no llevan los magos regalos al fuego y al sol; pues este Recién Nacido hizo el sol, así como los resplandores del fuego. La epifanía del Señor narrada en el Evangelio de Mateo (2,1-12) muestra a estos valientes gentiles que buscan al Niño, lo hallan, lo adoran y le ofrecen sus dones. En lugar de ἡλίῳ, el poeta prefiere por necesidades métricas la forma épica, más antigua, y sin contracción, en ambos versos. Hay quita del espíritu áspero en virtud de la psilosis, tenida por jónica o eólica. De nuevo encontramos políptotos (πυρὶ / πυρὸς y ἠελίῳ / ἠέλιον) y juego aspectual presente-aoristo, este último referido a la acción puntual, acabada, del Señor. En el centro y separado por diéresis bucólica, una cariñosa forma señala a Jesús: τόδε βρέφος, inefable artífice (ἔτευξε < raíz τεκ τεχ- τευχ, aoristo sin -ν eufónica por razones métricas). 42. Εἰς τò Βηθλεέμ. Sobre Belén. Δέχνυσο, Βηθλεέμ, ὃν προέειπε προφήτης ἐσθλὸς ἵξεσθαι λαῶν ἡγούμενον ἐκ σοῦ ἁπάντων.
9 de 16 Recibe, Belén, a quien predijo el profeta bueno que llegaría de ti a guiar a los pueblos todos. Se trata de la predicción, atribuida al antiguo profeta Miqueas (5, 1), que los pontífices y escribas de Jerusalén dieron al rey Herodes (Mt 2, 5-6). Belén, tierra de Judá, la ciudad de David, de cuya descendencia nació Jesús y que remite a la realidad humana de Cristo. Tal venida sobrepasa los límites del espacio y del tiempo y se vuelve actual, presente, para los hombres de fe. El término poético ἐσθλός, en posición predicativa y calificativo de προφήτης, aplicado por Homero a los varones excelsos, tiene la significación de noble, valeroso, probo, prudente, atributo que el rapsoda predica de dioses, héroes y reyes, por ejemplo. Puede incluso en el léxico épico tomar el significado de afortunados. Se suma a la cuidadosa selección de las palabras, a la disposición ingeniosa de redes semánticas y una marcada aliteración de sonidos aspirados. 44. Εἰς τὸν εὐαγγελισμόν Χαῖρε, κόρε χαρίεσσα, μακαρτάτη, ἄφθορε νύμφην υἷα θεοῦ λαγόνεσσιν ἄτερ πατρὸς ἔμβρυον ἕξεις. Salve, doncella llena de gracia, la más bienaventurada, inmaculada novia, que tendrás en tus flancos al hijo de Dios sin padre. Son las palabras de Gabriel, el ángel de la Encarnación, a María (Lc 1, 28, 30, 33 y 35). Como es costumbre este par de versos registra un celoso ornamento retórico: políptoto (Χαῖρε / χαρίεσσα), superlativo μακαρτάτη, dativo poético con doble sigma λαγόνεσσιν, esmerada adjetivación. 46. Εἰς τὴν ὑπαντήν. En la presentación Πρεσβύτα, παῖδα δέχοιο, Αδὰμ προγενέστερον ὄντα, ὅς σε βίου λύσει τε καὶ ἐς βίον ἄφθιτον ἄξει. Anciano, recibe al niño (que es) nacido antes que Adán,
10 de 16 quien te liberará de esta vida y te conducirá a la vida eterna. El vocativo inicial refiere al buen Simeón. El episodio se ubica en la presentación en el templo en Jerusalén (Lc 2, 25-35), en consonancia con Jn 8, 58: πρὶν Αβραὰμ γενέσθαι ἐγὼ εἰμί ( ) antes de que Abraham existiera, Yo soy. En 21 (según Waltz, 20 bis) continúa la idea: Παῖ, γέρον, αἰώνων προγενέστερα, πατρὸς ὁμῆλιξ, [Oh] Niño, anciano, nacido antes de todos los tiempos, coetáneo del padre. Solo la segunda vida es ἄφθιτον (v. 2) Sobre el mismo asunto se construye el epigrama 113, bajo el título: Εν τῷ αὐτῷ ναῷ, εἰς τὴν ὑπαστήν. En la misma nave, en la presentación. Ορώμενος νῦν χερσὶ πρεσβύτου βρέφος παλαιός ἐστι δημιουργὸς τῶν χρόνων. El Recién Nacido ahora visto en los brazos del anciano, es el antiguo demiurgo de los tiempos. En el NT δημιουργός refiere a Creador del Universo. En cuanto al empleo de παλαιός, Camarero (1975:12) explica que este adjetivo y ἀρχαῖος significan ambos antiguo pero que παλαιός da idea de ya desaparecido o existente mientras el segundo designa primitivo, no existente. 102. Εἰς τὸν σωτῆρα καὶ κύριον ἡμῶν Ιησοῦν Χριστὸν υἱὸν τοῦ θεοῦ. En relación con nuestro Señor y Salvador Jesucristo, el Hijo de Dios Ω πάντων ἐπέκεινα -τί γὰρ πλέον ἄλλο σε μέλψω;- πῶς σὲ τὸν ἐν πάντεσσιν ὑπείροχον ἐξονομένω; πῶς δὲ λόγῳ μέλψῳ σὲ τὸν οὐδὲ λόγῳ περιληπτόν; Oh Tú, que estás más allá de todo - cómo te celebraré más?- cómo te nombro a ti que eres supremo, por encima de todo?
11 de 16 Cómo te cantaré con palabra, a ti, al que no es comprensible con palabra? El epigrama es una réplica de versos de Gregorio de Nacianzo (Carmina dogmatica 29, v. 1-3 = Migne, Patrol. Graec. T. XXXVII, col. 507): Ω πάντων ἐπέκεινα -τί γὰρ θέμις ἄλλο σε μέλπειν;- / πῶς λόγος ὑμνήσει σε, Comunica enérgicamente la insuficiencia del lenguaje humano para dar con la justa expresión que manifieste cabalmente la alabanza ante un ser tan excepcional, corazón del universo y de la historia. Las tres líneas que lo conforman reúnen figuras de estilo complementarias, entre ellas las interrogaciones retóricas, de tanta resonancia estética; la anáfora πῶς; el políptoto πάντων / πάντεσσιν este, dativo homérico además-, las repeticiones del pronombre σε en cada verso, del futuro μέλψω y del dativo instrumental λόγῳ. La negación de la última palabra, περιληπτόν, inteligible, comprensible, plantea poéticamente la fragilidad y la ineptitud humanas para captar con palabras absolutas la excelsitud divina. Admirable intercambio entre Dios y el hombre, este último en actitud de reverencia amorosa libremente asumida. 116. Εἰς τὸν Σωτῆρα. Al Salvador. Χριστὲ μάκαρ, μερόπων φάος ἄφθιτον, υἱὲ θεοῖο, δῶρ ἀπὸ κρυστάλλων, δῶρ ἀπὸ σαρδονύχων. Δέχνυσο, παρθενικῆς τέκος ἄφθιτον, υἱὲ θεοῖο, δῶρ ἀπὸ κρυστάλλων, δῶρ ἀπὸ σαρδονύχων. Cristo bienaventurado, luz indestructible de los hombres, hijo de Dios, [recibe] regalos de cristal, regalos de sardónice. Recibe, incorruptible hijo de virgen, hijo de Dios, regalos de cristal, regalos de sardónice.
12 de 16 Explica Liddell-Scott: The stone was called ὄνυξ when the dark ground was simple spotted or streaked with white, but σαρδόνυξ if the different colors were disposed in layers. Además de los versos pares idénticos, υἱὲ θεοῖο se repite después de la diéresis bucólica en los impares. Junto con esta construcción vocativa, con genitivo sin contraer -nuevamente por razones métricas-, otras tres apelan a Jesús desde ópticas complementarias. Reflexiones finales El estudio filológico se asemeja al trabajo paciente y delicado del restaurador que permite que la madera o el metal recuperen su lustre primigenio. Como ciencia auxiliar, la Filología facilita, facilita un acercamiento, siempre una aproximación. Con honestidad y prudencia se acepta la imposibilidad de proporcionar total respuesta a dificultades que estudiosos más especializados y más agudos que nosotros todavía no han podido resolver. Sí nos queda la tranquilidad de haber caminado con constancia y ánimo. No deja de sorprender la resonancia homérica, presente después de tantos siglos en empleo de palabras poéticas (ἵλαθι, 19.11; ἐργασίη, 38.2; οὕνεκεν, 40.2; ἐσθλός, 42.1 y ἄφθιτος, 46.2. y 116.1.), de formas jónicas y épicas (γενεῆ y Ασσυρίη, 19.7; κενεός, 19.8; πρεσβήϊος, 19.11; μήτρη, 37.2; ἔπλετο, 38.1 y 40.1; ἠέλιος, 41.1 y 2; ὑπείροχον, 102.2). Morfológicamente se observa ausencia de aumento cuando las necesidades métricas así lo demandan (πέλεν, 40.2; τίκτε, 115), desinencia eólica -εσσιν (πτερύγεσσιν, 19.10; λαγόνεσσιν 44.2 y πάντεσσιν, 102.2), dativo plural -οισι (ἀρρήτοισι, 19.10; ἀνθρώποισι, 39.2), falta de contracción -εος (βρέφεος, 38.2), -οιο (ἀενάοιο, κόσμοιο, θεορρήτοιο, ἀσημάντοιο, 19.1, 2, 3 y 4 respectivamente; θεοῖο, 116.2 y 4), -αο (παγγενέταο, 19.11), en los participios ἐὼν προεών, 20.2) y en el aoristo προέειπε (42.1). Los epigramatistas emplean diéresis (19.11), formas antiguas (ἦεν, 115), partículas oracionales -serie de monosílabos- y que suministran información concentrada (πῶς σὲ τὸν ἐν, 102.2), sentido sutil de algunas partículas, más el sufijo -εντ-, rico en
13 de 16 (χαρίεσσα, 44.1). Los préstamos épicos y la conjunción de dialectos se completan con hebraísmos trasliterados (Βηθλεέμ, 42.1 y Αδάμ, 46.1). Los superlativos, habituales en la mayoría de los poemas, apuntan a remarcar con ímpetu la excelsitud del protagonista. En cuanto al contenido, se aprecian las principales y canónicas escenas inherentes a Jesús en sus orígenes familiares y nacimiento, entendible si pensamos en los sitios privilegiados donde estos epigramas se exponían: iglesias cristianas, esto es, espacios sagrados, sociales y mediadores. Ningún texto hace referencia a otros hechos de su infancia. Únicamente en el centón antes aludido, nº 119, el v. 10 habla de un suceso inmediatamente anterior al nacimiento: cómo Herodes ha matado ἀταλάφρονας παῖδας, a candorosos niños. Los poemas registran la serie sinonímica para hijo : βρέφος (38.2, 41.1. y 113.1), ἔμβρυον (44.2), παιδίον (122.2), παῖς (46.1), τόκον (121.2), υἱός (23.1, 44.2., 115 y en la mayoría de los títulos), a veces por motivos métricos, otras por delicadas connotaciones semánticas. Del mismo modo localizamos dos de los vocablos que el griego conoce para tiempo : αἰών, el eterno (19.12) y χρόνος, el medido, objetivo (113.2), y sus compuestos como ὁμόχρονε (19.12) y συνάρχρονε (23.1). Desde sus comienzos la fe cristiana asumió la poesía como fuente de inspiración y divulgación por ser esta manifestación artística una constante universal. A los himnos y a los cantos de la liturgia, por ejemplo, se unen los epigramas, tan fuertemente arraigados en las literaturas griega y romana anteriores y que ayudan igualmente a orientar la mirada y el corazón al Cielo. La evangelización de los gentiles se dio en el antiguo imperio romano en dos direcciones, por así decir, ad intra y ad extra, y los epigramas, otro vehículo efectivo de cristianización, son fruto espiritual, memoria y catequesis tanto oral como escrita, agentes transformadores, coincidentes con el clamor del apóstol Pablo (1 Cor. 9: 16): Ay de mí si no anuncio el Evangelio!. Decirlos en voz alta significa, además, recuperar la cadencia de la palabra poética. Desde siempre, el arte es maestra en trasmitir la identidad de cada pueblo y cada época. Con su lenguaje sugestivo lleva imágenes, ideas, valores, que pueden hacer florecer
14 de 16 desde lo más íntimo reflexiones fundamentales, sorteando dudas y preguntas y, sobre todo, guiándonos por un camino de búsqueda más profundo. Así el conjunto epigramático del libro I en general y sobre Jesús en particular orienta, consuela, sana, evoca; permite asumir, recordar, deleitarse y sentirse sostenidos. En la cosmovisión cristiana bondad, belleza y verdad tienen una Fuente -un Espíritu creador- que se expande en un arco iris de realizaciones humanas que retornan a su Fuente. Si a ello le agregamos que los textos han servido de apoyo a expresiones plásticas, nos figuramos que se logró crear un ambiente más propicio, casi una especie de ecosistema estético que supo equilibrar silencio, palabra, iconografía y sonidos. La pregunta de Jesús: Quién decís que soy yo? resuena hoy de manera no menos provocadora que entre los primeros discípulos. Estos epigramas también son puentes validos para, con la ayuda de la fe, acercarse a la respuesta. Fuentes o ediciones CAMERON, A. (trad.) (1993). The Greek Anthology from Meleager to Planudes. Oxford: Clarendon Press. COUGNI, Ed. (ed.) (1927). Epigrammatum Anthologia Palatina; cum Planudeis et appendice nova epigrammatum veterum ex libris ET marmoribus ductorum. Graece et latine (v. 3). Paris: Firmin-Didot et Sociis. DÜBNER, Fred (1927). Epigrammatum Anthologia Palatina, cum Planudeis et appendice nova. Volumen primum. Parisiis: Editore Ambrosio Firmin-Didot. MARTÍN NIETO, Evaristo (dir.) (1964). La Santa Biblia. Madrid: Ediciones Paulinas. 10ª ed. MERK, Augustinus (ed.) (1951). Novum Testamentum Graece et Latine. Romae: Pontificii Instituti Biblici. PATON, W. R. (ed.) (1956-1958). The Greek Anthology (vol. I). London-Cambridge: Harvard University Press. Edición bilingüe. WALTZ, Pierre (eds.) (1928). Anthologie Grecque (t. 1). Paris: Les Belles Lettres. Edición bilingüe. Diccionarios, gramáticas, etimologías y estudios histórico-filológicos AUTENRIETH, Georg (1991). Homeric Dictionary. London: Ducksworth. CAMARERO, Antonio (1975). Vocabulario elemental de la cultura clásica griega. Bahía Blanca: Edición del autor. CHANTRAINE, Pierre (1968). Dictionnaire Étymologique de la langue grecque: histoire des mots. Paris: Klincksieck.
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